Los bebés están en constante movimiento y en un abrir y cerrar de ojos nos sorprenden con una nueva habilidad. Pero a la vez que sus habilidades se desarrollan, también lo hacen sus necesidades. Los lugares en los que interactúan o duermen, la ropa que llevan puesta, el carrito de bebé se les empieza a quedar pequeño y la alimentación. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda centrar la alimentación a base de leche materna hasta los seis meses de edad del bebé, después de esta edad se recomienda introducir otros alimentos complementarios para el buen desarrollo del pequeño. Hoy desde Bebemálaga vamos a tratar uno de los temas más destacados e importantes en la vida de un bebé como son la introducción a los alimentos sólidos.


¿Cuándo es un buen momento para empezar a introducir los alimentos sólidos en la dieta de mi bebé?

Es la duda existencial de los padres. Saber cuando es el momento de pasar a la acción. Y es que por mucho que nos sepamos la teoría, hay que tener en cuenta que no todos los niños evolucionan igual.

Según los expertos en nutrición infantil, la edad idónea para el inicio de la introducción de alimentos en la dieta de un bebé está entre los 4 a 6 meses de edad, siempre siendo esta alimentación como complemento de la lactancia materna, que sigue siendo la fuente de alimentación principal.

Saber cuándo debemos empezar puede variar según cómo interactúa el bebé, y aunque no se deja el pecho o el biberón, hay un número de indicadores que los propios bebés llevan a cabo mediante la comunicación no verbal y que nos pueden ayudar a saber cuándo el bebé está preparado.

  • El peso del bebé duplica lo que pesaban al nacer e incluso superan ese peso.
  • El bebé debe de ser capaz de sentarse en una silla alta, trona o asiento de seguridad y además tener un buen control de su cuerpo, sobre todo de su cabeza. 
  • Comienza a surgir el interés por los alimentos y no solo los señalan o los observan sino que abren la boca cuando se les acercan a la boca. 
  • Tienen habilidades motrices como el movimiento de alimentos y la ingesta de los mismos con una buena capacidad para tragar. 

¿Cuáles deben ser los primeros pasos para introducir alimentos sólidos a mi bebé?

Los bebés deben seguir una dieta complementaria al pecho o al biberón puesto que estos son su primera comida y hasta el año no se recomienda que se le retire, aún pasado el año hay madres que siguen dando el pecho a sus pequeños hasta los tres años. Partiendo de este punto, los alimentos que se dan a probar al bebé son complementos de esta primera fuente de alimentación.

Sin embargo, esto no va a ser siempre así por lo que hay que introducir al pequeño poco a poco en la alimentación para adultos. Uno de los primeros pasos es que esos nuevos alimentos hay que ofrecerlos después del pecho, para así que el bebé se acostumbre paulatinamente a la comida para adultos. Podríamos resumir en una pequeña lista de pasos para hacernos una idea de cómo es este proceso.

  • Al iniciarse en el mundo de los primeros alimentos siempre debemos tener a mano un babero y tener presente que es un complemento por lo que daremos a probar otros sabores y texturas al bebé después de que sea amamantado ya sea con fórmula o dando el pecho.
  • Los expertos recomiendan iniciar este proceso con papillas, porque la textura es muy importante para que ellos se sientan cómodos al alimentarse, de cereales ricos en hierro mezclados con leche materna, fórmula o agua  (Atención, no introduzca cereales en el biberón de su bebé ya que puede provocar que se atragante). Es importante que la papilla tenga una textura que le resulte sencilla de tomar al bebé. 
  • Debemos introducir los alimentos uno a uno. De forma progresiva, sin tener prisa por hacer que nuestro pequeño se alimente. Recuerda que el bebé tienen que adaptarse al cambio, probar por primera vez y adecuarse a sus preferencias. Una vajilla para bebés en la que puedan divertirse y conocer mejor su alimentación es un buen recurso en esta transición. Es un proceso lento en el que debemos tener toda la paciencia posible. Después de un tiempo, cuando haya probado suficientes, podremos realizar papillas de alimentos que ya haya probado y que hayan sido un éxito cuando el pequeño los probó y esté ya acostumbrado a su sabor.
  • Aumenta la cantidad de forma progresiva, y poco a poco. Al inicio, una o dos cucharas son más que suficiente para que el bebé pruebe el nuevo sabor y la textura. Una vez haya cumplido los 9 meses de edad, cuando ya esté acostumbrado y haya probado el suficiente número de alimentos, el bebé podrá alimentarse de mayor cantidad y tolerar mejor la introducción de texturas más granuladas. 

Por otro lado, hay que tener en cuenta que los bebés nos observan constantemente. Y es en el momento de las comidas, cuando se sientan a nuestro lado, cuando les ayudamos a interactuar en ese mismo ambiente en el que estamos nosotros. Cuando nos ven comer, por eso ofrecer a nuestros pequeños la comida que estamos comiendo, siempre que sea adecuada para ellos, en dosis pequeñas y recomendada para el bebé es un acierto más a la hora de este se acostumbre a la comida como los adultos y la incorpore de forma natural a su rutina.
 

Consejos adicionales para padres.

Siempre vienen bien unos consejos extra para padres y madres y por eso en Bebemalaga os proponemos algunas indicaciones extra que son la base para que la relación de tu bebé con la comida sea la mejor posible. 

Lo más importante en el desarrollo alimenticio de un niño es tener claro que no se debe forzar al bebé a comer en ningún momento. Los niños se toman el tiempo que necesitan y depende de ellos dar ese paso, los padres estamos para acompañarlos y ayudarles en todo momento.

Cuando se trata de introducir los alimentos a la dieta del bebé tenemos que tener en cuenta de que es un paso que debe ser gradual, por lo que esta introducción tiene que realizarse seleccionando cuidadosamente los productos y uno específico. Al cabo de unos días pasamos introducir otro nuevo. Esto tiene una serie de explicaciones que exponemos a continuación y que te servirán de guía:

· Al introducir los alimentos uno a uno y en periodos de tiempo progresivo, sabrás cómo se siente tu pequeño en relación a ellos.  Así el bebé se acostumbrará a las nuevas texturas y sabores de una forma menos repentina.

· En el caso de que algún alimento le cause una reacción alérgica sabremos fácilmente de qué alimento le causa esa reacción y podremos hacer algo al respecto. En este punto, ¡cuidado! No se recomienda la ingesta de huevos, pescado, leche de vaca y derivados hasta que el bebé cumpla un año, en todo caso su pediatra le orientará profesionalmente en el caso concreto de su bebé.

Fuentes: Kidshealth, HealthyChildren, Ser Padres.

 

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