Lo primero es abrigarlos correctamente, prendas calentitas y que abriguen para no pasar mucho frío. Es elemental abrigar correctamente a bebés y niños, evitando la falta de abrigo pero también el exceso ya que podría causar molestia e incluso sudor que puede resultar luego perjudicial.
Hay que tener en cuenta que los bebés deben de llevar solo una capa más de ropa que la que llevan los adultos, mientras que los niños si deben de ir abrigados igual que los mayores, lo mejor es abrigarse por capas para así poder quitar más o menos según se requiera.
La calefacción reseca el ambiente pudiendo inquietar la garganta y las fosas nasales, lo que podría agravar molestias respiratorias. Por lo que para evitar que se reseque el ambiente se puede utilizar recipientes pequeños con agua o humidificadores ambientales.
Igualmente es recomendable no elevar demasiado la calefacción puesto que si fuera de casa hace mucho frío los cambios de temperatura podrían afectar muy negativamente a los pequeños, así que lo mejor es poner la calefacción de forma que se esté a gusto y utilizar mantitas polares o sacos de dormir.
Además de estar abrigados correctamente y mantener un ambiente templado en casa para la ropa de cama es aconsejable elegir mantas de felpa y edredones ligeros, que sean calentitos pero no pesen demasiado.
Por otro lado para los paseos es preferible salir durante las horas en las que el sol está más alto y haga menos frío, para así disfrutar las salidas en familias antes de que bajen demasiado las temperaturas. Para las sillas de paseos de los niños se puede utilizar sacos térmicos y así estén bien calentitos y prevenir el resfriado.
Algo elemental que se debe cuidar es la piel de bebés y niños, ya que la de ellos es más delicada y delgada que la de los mayores, es importante no descuidarla y tomar ciertas medidas para protegerla. Al igual que no se pueden olvidar los labios para evitar que aparezcan grietas.
Otra forma efectiva para ayudar a entrar en calor durante los días de frío es consumir alimentos y bebidas calientes o tibias. Hay que disfrutar de los guisos, caldos y sopas y ofrecerles a los peques un vaso de leche tibia o agua.
Aunque unas de las mejores formas de combatir el frío es moviéndose, el ejercicio en familia o juego activo ayudará a entrar en calor y a pasar mejor el frío del invierno.
Por lo tanto si tenemos en cuenta todos estos consejos para proteger a bebés y niños del frío se pasaran estos meses de invierno más amenos en familia.