“Los rigores del invierno no pueden paralizar nuestra vida y mucho menos la de nuestro hijo”, comenta la Doctora Cristina Bonjoch, adjunta al servicio de Pediatría Ambulatoria del Hospital Universitario Quirón Dexeus de Barcelona. “Salvo que las temperaturas sean excesivamente gélidas, un bebé no debe vivir encerrado en el hogar a la espera de que cambie el tiempo. El aire libre, aunque sea muy fresco, no es perjudicial para su salud”, añade.
La pediatría aconseja sacar al bebé a la calle a diario, hacia el mediodía si es posible, cuando las temperaturas son más altas, evitando al mismo tiempo la exposición directa a los rayos del sol incluso cuando el cielo esté nublado (la radiación puede afectar a su bebé). Para la protección contra el frio llévale en un saco de cochecito y cúbrele sus manos con guantes y su cabeza con un gorrito que sirva para proteger sus oídos de las corrientes de aire o viento.
Según la Doctora Bonjoch, la ropa más apropiada “es que lleve varias capas delgadas que pocas capas muy gruesas”. De esta manera, a la hora de encontrarse en un lugar donde la temperatura es más alta, se pueda retirar alguna prenda para el eludir los sofocos.
La regla que propone la pediatra es simple: el bebé se pondrá una capa más de la que llevas tú (nuestro pequeño siente el frio igual que nosotros, la principal diferencia está en el sistema de termorregulación de cada uno, y es que él va en el cochecito sin moverse y su organismo no puede generar calor con el movimiento).
Otra recomendación sería no portar a nuestros bebés prendas demasiado ajustadas o apretadas, estas le pueden agobiar. ¿Cómo puedo saber si mi bebé esta agobiado o no? Como bien sabemos, ellos no son capaces de expresarnos lo incómodo que se sienten, por ello “debemos evitar que se ponga rojo como un tomate por ir muy protegido o tapado”. Un consejo importante es evitar los cambios muy bruscos de temperatura porque éstos son, más que el frío, los enemigos verdaderos de la salud del bebé.
Finalmente, es fundamental que en el hogar el recién nacido se sienta cómodo y protegido. La temperatura ideal en casa se encuentra entre los 20ºC y 22 ºC y una ventilación diaria por la mañana para cambiar el aire es esencial.